Incluido en el recientemente lanzado disco de The Kooks, la canción hizo posible que padre e hijo –uno de ellos fallecido– lograran convertir una vieja grabación en una pieza impensada.
Dejé pasar unos días para poder darle la atención que
amerita escuchar todo un disco y analizarlo según la pieza anterior, las
anteriores a esa, la primera, y demás.
Dentro de la lista de Let’s go sunshine no pude evitar
darle repeat a un tema en particular (puede sonar redundante esto, pero para
que se sobreentienda), sin saber de qué trataba y si tenía un trasfondo fuerte
o si estaba vacío de lo extra musical.
“Honey bee” era el tema. Básico en cuanto a la letra de
amor. No decía mucho y tampoco hablaba de su momento de producción. Lo que sí
se podía notar a simple escucha era que había una grabación de una segunda voz
en el medio. De poca calidad, tenía que ser de un alguien anterior y que no se
había podido mejorar. Pero claro, alguna importancia debía tener si no, ¿para
qué incluirlo en un disco?
Entonces debía ser alguien conocido, famoso. Para nosotros o para la banda. Pergo alguna significación distinta debía tener.
“Honey bee” no es de The Kooks pero sí de Pritchard. Es una
canción del músico Bob Pritchard, padre del actual cantante de la banda
inglesa, quien falleció cuando Luke tanía 4 años. Este decidió grabarla y
terminó haciendo un dúo con su padre con diferencias de tiempo y espacio.
“Una gran razón de por qué hago música es mi padre. Tengo todas
sus discos y sus guitarras”, comentó Luke en una entrevista reciente.
Cuestión que su hermana le acercó una canción grabada por
Bob en los 70. A su hermanastro le gustó y le preguntó mientras estaba en
estudio si podía hacer una versión acústica.
“Ni bien empecé a tocar la canción se acercaron los chicos
pensando que yo la había escrito. No quería forzarlo pero a todos les gustó.
Todo transcurrió naturalmente. En medio día lo grabamos”, continuó sobre el
tema que le recuerda a Cecilia de Simon y Garfunkel.
Quién sabe qué sensaciones habrá tenido Luke al momento de
grabar la canción y los simbolismos que pueden tener para él como para otros en
su lugar. Llenar un espacio, una parte de su historia con una vieja grabación. Solo
nos queda la canción y una imagen de dos personas. Una en presencia, otra en
ausencia, pero haciendo una obra al mismo tiempo casi por casualidad.
"Honey Bee", incluido en el último disco de The Kooks.
A pedir del padre
No es la primera vez que el cantante de The Kooks hace referencia a su padre en una canción. “See
me now”, de 2014, es prácticamente una canción para su padre contándole dónde y
qué vivencias estaba teniendo. “Si me pudieras ver ahora”, canta Luke Pritchard
en la letra.
Comentarios
Publicar un comentario